sábado, 22 de noviembre de 2008

Nuevos objetivos

Tengo la firme convicción que Dios nos va poniendo pruebas en nuestro caminar para saber si somos dignos de su confianza. Una vez que, poco a poco, vamos cumpliendo esas pruebas, Él nos recompensa con algo que estabamos deseando desde hace tiempo.
Esta semana, he recibido noticias que mi hijo Ruslan, va a volver conmigo después de mucho tiempo. Es una noticia maravillosa, pues él es una de las principales razones por las que lucho. Es un chico excepcional, nunca sabrá lo que yo le quiero y lo que significó, significa y significará en mi vida.
Tembién descubro nuevas facetas en mi vida, como la gran cantidad de fuerza interior que tengo, mis ganas de ayudar. Cada día descubro nuevos incentivos por los que vivir. Cuanto ha cambiado mi vida desde hace solamente 1 año, cuando por estas fechas, salia de mi primera gran decepción en Leon. He descubierto cuan importante es vivir el presente, no dejar que el pasado empañe la realidad, ni dejar que los planes futuros obstruyan la vision de la realidad. Alguien dijo alguna vez que "vivir es la más grande de las aventuras". Es cierto, pero hay que hacerlo intensamente, disfrutar de todas las oportunidades que se nos ofrecen a diario y no dejar "para otro momento" algo que nos puede reportar o enriquecer moralmente. Nunca hay que dejar escapar ningún tren, pues puede que después nos arrepintamos toda la vida de la ocasión perdida.
La semana que viene, va a resultar movida, empezando desde el mismo lunes, a mi padre, le vuelven a operar en el Hospital de la Princesa en Madrid, un tumor mucoso en el abdomen. Está muy nervioso, pero se que todo saldrá perfecto. Lo unico que la semana va a ser movida, me temo.
Este fin de semana, esta siendo bastante cansado. Aunque no tengo guardia, estoy sin descansar desde el viernes, por motivos de trabajo. Espero que mañana domingo pueda relajarme. Mi cuerpo necesita desconectar al menos 1 día para empezar la semana bien.
Se que desde algún lugar lleno de paz y felicidad, mi madre está conmigo. Lo noto en mi interior.

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