Mi niño renacido

Allo mes amis!!!

Acabo de llegar de Paris, he estado durante una semana de curso, pero eso no me ha impedido visitar la ciudad de la luz. Salvo por ciertas cosas, Paris es una de las ciudades que merece la pena visitar mas de una vez en la vida. La cantidad de arte, de monumentos por visitar, la idiosincrasia de la ciudad, las vistas, los atractivos, hacen que esta ciudad sea una de mis preferidas. He disfrutado de lo lindo despues del trabajo visitando lo mas tipico de la ciudad, La Torre Eiffel, Los Invalidos, La Madeleine, El Arco del Triunfo, Notre Dame, El Sagrado Corazon, Montmatre, el Louvre, La Opera, Los Campo Eliseos, en fin, todo lo que mis piernas me han dejado realizar, que gracias a mi nueva vida, puedo hacerlo. Ademas, Paris, es mejor recorrerla andando o en Metro. La cantidad de vehiculos que tiene y lo peligroso que resulta conducir, no hace muy aconsejable la experiencia.

Ademas, para el ultimo dia, me he reservado para mi, un pequeño regalo, volver a Disneylandia. Hacia mas de 8 años que no volvia por el parque, y el niño que llevo dentro, necesitaba esa pequeña licencia, despues de todo lo que ha pasado. Disneyland tiene la magia de hacer despertar, aunque no quieras, a ese niño que todos llevamos dentro y que la vida diaria nos hace que lo apartemos de nuestro corazon.

Es maravilloso pasear por el parque y sobre todo, disfrutar gracias a la operacion, de poder volver a sentirte vivo y disfrutar de tu oportunidad. Volver a ser feliz, disfrutar con las atracciones sin tener que escuchar aquello de "lo sentimos, pero su peso no permite utilizar la atraccion" o tener que sentarte cada 2 minutos porque tienes el corazon en la boca. Hoy he podido sentirme de nuevo como un niño de 10 años, con la alegria y las ganas de experimentar todo y disfrutando como nunca de las pequeñas cosas que, solo en sitios que desprenden esa magia, somos capaces de hacer.

Con mucho pesar, he terminado a las 5 de la tarde en el parque, he vuelto al hotel con el tiempo justo de coger la maleta y presentarme en el aeropuerto a tiempo para tomar el avion de vuelta a Madrid.

He vuelto a realizar una promesa en Notre Dame. He de volver con toda mi familia, es una tradicion, pero ahora, gracias a esta maravillosa nueva oportunidad, mi niño nunca morira