Los últimos toques

Creo que a estas alturas, todo lo que se puede hacer, está hecho. Solamente falta terminar de forma exitosa este largo camino para renacer de las cenizas. Hoy, me he dedicado a poner en orden otros aspectos que no había hecho antes. Soy creyente, pero la verdad es que la forma con la que ejerzo mi religión, es muy introspectiva. Yo tengo la creencia que Dios no solo necesita verte en su casa, sino que cada momento de tu vida, tienes que estar en permanente comunicación y saber que Él está detrás de cada acto en tu vida. Con todo, al ser hoy Domingo de Ramos en la Semana Santa Ortodoxa, he ido a mi pequeña iglesia en Madrid y, humildemente, he pedido que Dios me ponga su sabiduría en manos de mi cirujano y, que le guíe para realizar la operación lo mejor posible. Yo estoy en sus manos.

Además, el día ha servido para un propósito aun más hermoso. Hace mucho tiempo, aunque no estamos enfadados, mi hermano y yo estamos un poco alejados y, a la vista de la operación, no quiero dejar ningún cabo suelto. Quiero renacer en todos los sentidos y quiero abandonar todo lo que haya podido hacer mal antes de la operación.

Hoy he vuelto a sentirme completo. He podido ver a mis sobrinos. Sara, Macarena y Albertito. Es un trasto, pero es un niño muy bueno, me recuerda a mi de pequeño, ademas, ya me llama tito. Tengo un admirador más, pero lo mejor de todo, es que estamos borrando heridas pasadas y, si Dios quiere, todo esto habra valido la pena, no solo por la operación, sino por lo que lleva conjunto.

He recibido noticias de mi mujer. Me ha mandado las últimas fotos de mi niña. Se llama Ksenya, es el angelito que podeis ver en la foto. Ella es uno de los principales motivos para la operación. Es un trocito de cielo. También, mi mujer y yo estamos muy animados porque las cosas empiezan a mejorar. Después de 2 largos años, acaba de recibir la buena noticia que han aprobado su nacionalidad española. Ahora, sólo falta que Dios me ayude con la operación para agradecerle todo.....